Ficha Patii

26/02/96

Japonesa

Asesina

Bisexual

Gustos: Las armas, la sangre, el silencio, las perversiones, el color negro & la lluvia.
   Odios: La gente ruidosa, el sol, la gente tímida, los dulces, los colores vivos & los gritos.
   Hobbies: Practicar con sus armas & asesinar.
   Otros: Tiene dos tipos de arma, dos katanas & una cañón que se engancha al brazo.

Descripción Psicológica

Es una chica seria, callada y muy antisocial. Carece de esa parte que tiene todo el mundo de hacer amigos con un simple saludo, adora quedarse a solas tanto que seria capaz de abandonar a cualquier persona en cualquier situación si se requiere. No tiene remordimientos por nada de lo que hace, hace y luego no lo piensa sino que lo olvida por completo como si a salido bien, como si a salido mal. "A lo echo pecho".
No suele sonrojarse muy a menudo aunque alguna que otra vez le pasa sobre todo cuando atacan su lado más pervertido. El único sentimiento que no a podido olvidar es el de amar y a raíz de este la perversión y los celos le atacan continuamente convirtiéndola en alguien celosa y muy caprichosa.
Cuando se enfada tiende a ignorar sus problemas y marcharse como si nada ocurriera a sus espaldas, tomándolo todo como si careciera de importancia.
Suele ser bastante bipolar, tanto que asustaría a cualquiera que le cogiera cariño muy pronto. Es una chica pervertida y muy caprichosa en donde las haya.
Cuando mata, su rostro cambia, sus sentimientos se vuelven divertidos, sentir la sangre del contrario sobre su piel le excita de tal manera que se a vuelto una obsesión para ella.

Historia

Pasó de ser la mejor asesina a una encarcelada por un simple tiro en el abdomen, su remordimiento por haberse dejado disparar y atrapar. Bueno, aquello no importaba, el silencio de su habitación le tenia en paz, le había llamado loca, asesina, bestia, persona sin corazón... pero nunca por su nombre, el cuál ya había olvidado si no fuera por esa pequeña letra tatuada en su muñeca "P" aquello era la único que la mantenía en vela por las noches. Nada extraño pasó hasta que un fuerte golpe contra su puerta le llamo la atención, cuando aquel metal cayó al suelo, varios seres, antiguamente llamados humanos intentaban devorarla, el parpadeo sobre sus ojos impasibles fue el único movimiento que le dio tiempo a los zombies de ver con claridad. Tres muertos en su habitación y una chica con un camisón negro saliendo de la sala. El silencio le acompañaba hasta la sala de "Objetos" allí tomó su ropa, sus armas y recuró su otro yo. Ahora que era era dueña del sector Sur debía asesinar sin pensarlo. Una sonrisa se dibujó en su rostro.